La cistitis canina es algo bastante común entre nuestras mascotas. Se trata de una inflamación de las vías urinarias cuyo origen es bacteriano, y que afecta a toda raza de perros por igual. Aun así, existen bastantes dudas entre los dueños de los animales acerca de los síntomas y los tratamientos de la misma.
Para comenzar diremos que las bacterias que la provocan son de diversos tipos. Normalmente suelen ser bacterias que vienen de la zona intestinal del animal. Comienzan en la piel alrededor del ano y luego van ascendiendo a través de la uretra hasta llegar a la vejiga. Por este motivo los veterinarios suelen llamarla infección "ascendente".
Aun así, evidentemente puede ser provocada por otras causas. Como por ejemplo que nuestro perro tenga piedras en la vejiga, tumores o enfermedades como la diabetes o la de Cushing. Además, si nuestro perro está con tratamientos con cortisona o quimioterapia es bastante más propenso a desarrollar esta infección, ya que su sistema inmune está totalmente debilitado.
Los síntomas de la cistitis son principalmente sangre en la orina y mucha frecuencia en el orinado. El problema que tenemos con estos pequeños peludos es que no pueden decirnos que les pasa en cada momento, y hay muchos de estos síntomas que no los desarrollan así. Por tanto hay que estar pendientes de su comportamiento. Si lo vemos muy agitado, si quiere salir constantemente de casa u orina por todas las esquinas de la misma.
Tras un diagnóstico positivo (a través de un examen de orina así como un posterior cultivo de la misma) normalmente se les suministra antibióticos para combatir la bacteria que ha causado la infección.
Foto vía: parasaber.com
Via : http://www.perrosblog.es/
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