Son varios los productos alimenticios y condimentos que pueden causar serios daños a los perros. El bicarbonato de sodio por ejemplo, tan utilizado en varias recetas de cocina, puede ser altamente tóxico para nuestra mascota. Al ingerir este bicarbonato de sodio, un perro puede sufrir espasmos musculares, insuficiencia cardíaca o niveles anormales de calcio y potasio en sangre.
Lo primero que debemos hacer si hemos visto a nuestro perro consumir bicarbonato de sodio, o si tan sólo tenemos la sospecha de que lo ha hecho, es ponernos en contacto con un veterinario de confianza en forma urgente. El tiempo es un factor importante para salvar la vida de nuestra mascota.
Mientras tanto, como medida de primeros auxilios, ofrecemos al animal una cucharadita de peróxido de hidrógeno por cada diez libras de peso corporal. Esto induce el vómito y permite eliminar el bicarbonato sin llegar a digerirlo. Sin embargo, si el perro manifiesta síntomas muy alarmantes o se encuentra inconsciente, es importante llevarlo con el veterinario y no suministrar el peróxido de hidrógeno.
Para trabajar sobre la prevención resulta fundamental mantener el bicarbonato de sodio y cualquier otro ingrediente o alimento tóxico, fuera del alcance de los animales del hogar. De este modo se evitan todo este tipo de riesgos y daños a nuestras mascotas.
Via : http://www.perrosblog.es/
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